Kímolos, también conocida como Argentiera (por el color plateado de sus rojas) o Echinousa (islas de los erizos de mar) se encuentra en el extremo sur occidental de las Cícladas. A ella pertenecen también un buen número de pequeñas islas como Rematonisa, Klimatonisa, Prasonisi, Aghios Evastathios y las más grande de todo el grupo, Políegos. Se trata de una una isla de origen volcánico rica en minerales industriales, principalmente betonita, puzolana (cemento blanco), perlita y caolinita (porcelana) entre otros También debemos destacar la "tierra de «Kímolos», de tipo arcilloso y con propiedades curativas y detergentes. No confundir, sin embargo, con la famosa pizarra de Kímolos, aunque tengan similitudes en cuanto a color y tacto. También pueden encontrarse piedras semipreciosas como el cuarzo, la amatista y el ópalo.
La antigua ciudad, antes de hundirse, se encontraba al oeste de la isla en la zona conocida hoy como «Ellinika». Lo que ha quedado de aquella ciudad se puede ver en el islote de Aghios Andreas (San Andrés), en frente de Ellinika. Bajo esta zona se encontraron restos de casas y tumbas de la antigua ciudad. En base a los hallazgos arqueológicos, Kímolos habría sido habitada de forma continua desde el final de la época Neolítica. Según la rica mitología griega la isla habría tomado su nombre de su fundador, Kímolos, esposo de la hija de Tauro, Sidis.
Durante el siglo V a. C. perteneció a la liga Ateniense y su gobierno se organizó según el modelo de la democracia de dicha ciudad. Existió un parlamento y otras instituciones democráticas, y el poder era ejercido por tres arcontes y tres tesoreros. La diosa protectora de la isla era Atenea, aunque se adoraba también a Ártemis, Hermes y Poseidón. En el siglo III a. C. círculaba en Kímolos una moneda propia, debido en parte a la exportación de la «Tierra de Kímolos (Cimolia)» y de sus maravillosos higos. La disputa de Kímolos con la isla de Milos por el control de Políegos y los otros islotes vecinos comenzó en el año 416 a. C. y concluyó poco después del 338 a. C. con la decisión de los tribunales de la ciudad de Argos y con la victoria de Kimolos. Estos hechos han propiciado que Kimolos haya conservado dichas posesiones hasta nuestros días.
La extensión de la isla no sobrepasa los 36 kilómetros cuadrados y su forma es prácticamente la de un pentágono. Sólo cuenta con un municipio de alrededor de 800 habitantes permanentes, de los cuales bastantes son jubilados. Los jóvenes, por su parte, se dedican a la extracción de metales y a la pesca. Otros son marineros, artesanos y la gran mayoría agricultore.
